domingo, 31 de agosto de 2008

ENLACES DE BOLSA Y FINANZAS.

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LA BOLSA, EN EL LARGO PLAZO.





www.labolsa.com/canales/605

LA INVERSIÓN EN BOLSA, A LARGO PLAZO.
Servicio de Estudios de Caja Madrid, a 30 de julio de 2002.

Con frecuencia se escucha que la inversión en bolsa a largo plazo siempre es rentable. De hecho, si se observa un gráfico de largo plazo de cualquier índice bursátil se observa como en la mayoría de los casos se encuentra en niveles superiores a, por ejemplo, hace 10 años. Pero no es así siempre. El ejemplo más cercano lo tenemos en el Nikkei japonés, que actualmente se encuentra en torno a 10.500 puntos cuando en 1990 rondaba los 39.000, es decir, doce años después está un 73% por debajo. A lo largo de la historia se han atravesado largas fases en las que los mercados han permanecido estancados, incapaces de superar sus anteriores máximos. Podemos citar dos ejemplos de ello en el caso del Dow Jones, por ser este uno de los índices más antiguos y más seguidos por la comunidad bursátil:

1) Considerando datos mensuales, en agosto de 1929 el Dow Jones cerró en 380 puntos. En octubre de ese mismo año se produjo el consabido crack y, a continuación, la Gran Depresión. En noviembre de 1954 el Dow cerró en 386 puntos. Supone ello que si un inversor hubiera comprado el índice en agosto del 29 habría tardado 25 años en recuperar su inversión.

2) Del mismo modo, en enero de 1966 el Dow cerró en 983 puntos y hasta octubre de 1982 no logró superar ese nivel, lo que supone 16 años de espera.
Vemos, pues, que cuando se dice que la inversión en bolsa a largo plazo es rentable, falta precisar un par de detalles. El primero es ¿cuán largo debe ser el plazo?, que a su vez depende del segundo, que es ¿en qué momento bursátil?. Con respecto a lo primero, podemos hablar de 3, 5, 10 años, o incluso más. Naturalmente, cuanto más ampliemos el horizonte la historia demuestra que las posibilidades de ganancia son mayores, pero ¿alguien invierte a 15 ó 20 años? La respuesta es que sí, pero no la mayoría de los participantes en las bolsas. Considerando un horizonte de inversión de 10 años y volviendo al ejemplo del Dow Jones, vemos como desde 1914 hasta la actualidad, la rentabilidad media obtenida habría sido de un 7,11% anual, es decir, que casi se duplicaría el capital. No obstante, también hay que decir que siguiendo la citada estrategia, en un 25% de las veces la rentabilidad anual obtenida habría sido de un 1,5% o menos; que la mitad de las veces habríamos obtenido hasta un 6% y que sólo un 25% de las veces habríamos ganado un 10,5% o más. Con relación a la segunda cuestión planteada, el momento de inversión en bolsa, es obvio que no es lo mismo entrar en un mercado cuando se encuentra en niveles máximos que hacerlo después de una fuerte corrección.

Por reforzar esta idea, entrando en el Dow Jones en el peor momento posible habido desde 1914 hasta hoy -en los máximos de agosto de 1929- y habiendo mantenido nuestra inversión 10 años, habríamos llegado a perder un 64% de su valor, mientras que habiéndolo hecho en el mejor momento posible -en los mínimos de junio de 1989-, habríamos ganado un 350%. Todo ello nos lleva a recordar las fases que se dan dentro de una tendencia principal de un mercado: Fase de acumulación: Se caracteriza por el predominio de noticias negativas tanto económicas como financieras, un pesimismo generalizado, la ausencia de inversores minoristas e incluso momentos de fuerte presión vendedora a cualquier precio. Este es el momento en el que se salen los pequeños inversores y entran los grandes en el mercado.

Fase de participación: Esta fase se caracteriza por un avance de los precios y un volumen que va creciendo a medida que la bolsa comienza a recuperarse. Las noticias sobre la economía mejoran y la afluencia de inversores al mercado es cada vez mayor.

Fase especulativa: Es el momento en que todo el mundo piensa que las subidas no van a tener fin, todas las noticias son muy positivas, los beneficios de las empresas baten récords y el avance de las cotizaciones parece imparable.

Fase de distribución: En esta fase los precios siguen subiendo, pero con menos fuerza que en la anterior. Es el momento en el que los grandes inversores salen del mercado vendiendo sus participaciones a unos pequeños inversores ávidos de comprarlo todo. Es un proceso en el que con cautela y poco a poco, el papel va pasando de las manos fuertes ( los inversores bien informados y/o con mucho dinero ) a las manos débiles ( los inversores minoritarios y que no se informan suficientemente ) del mercado.

Fase bajista: Esta fase llega cuando la mayoría de los pequeños inversores que querían participar en el mercado ya lo han hecho y no queda prácticamente nadie que quiera comprar, pues los grandes inversores ya se han desprendido de sus participaciones. Los precios ya no pueden seguir subiendo porque falta dinero, entonces comienzan las bajadas de precios, que a su vez alimentan nuevas ventas a medida que los precios van cayendo. Son frecuentes, incluso, los momentos de pánico vendedor, lo que acelera las caídas. Entonces se llega a un punto en el que los precios son tan bajos que lentamente se vuelve al principio... a la fase de acumulación.


www.elmundo.es/sudinero/noticias/act-138-24.html

¿ Es Todavía la Bolsa la Mejor Inversión ?

Distintos estudios comparativos demuestran que, a largo plazo, la
renta variable es la opción más provechosa.

Por Carmen Llorente

Domingo 20 de septiembre de 1998.- En medio de las turbulencias bursátiles que azotan al mercado, muchos analistas comienzan a pensar en qué alternativas de inversión hay a la renta variable.
Algunos ciudadanos, presa del pánico, han sacado el dinero del mercado de acciones y lo han puesto en alguno de los productos de renta fija que ofrecen mayor seguridad. Otros han optado por invertir en el mercado inmobiliario, incluso hay quien ha apostado por el arte.
Antes de la hecatombe de agosto, la renta variable aparecía como la mejor de las inversiones. No era para menos. El Índice General de la Bolsa de Madrid se revalorizó un 50% hasta el pasado 19 de julio, cuando fijó el máximo histórico. No hay que olvidar, además, las grandes revalorizaciones conseguidas en años precedentes: un 42,2% en 1997 y un 39% en 1996.
Todos los productos ligados a la inversión bursátil obtuvieron, también, elevadas rentabilidades. Fue el caso de los fondos de acciones, los planes de pensiones o los depósitos bancarios de renta variable.
Pero, de repente, la Bolsa ha perdido atractivo y los ahorradores comienzan a preguntarse si es la inversión adecuada.
La respuesta depende del tiempo o la duración de su apuesta. Los analistas son unánimes. La Bolsa es la inversión más rentable en el largo plazo ( más de dos años ). No sucede así en el corto, donde la imprevisibilidad de la renta variable puede conllevar pérdidas importantes.
Mejor que los bonos. Un análisis realizado por la Dirección de Estudios de la Bolsa de Madrid revela que la adquisición de acciones durante 1980 y 1997 produjo una rentabilidad anual del 21,5%, seis puntos porcentuales más que el rendimiento obtenido por los bonos a largo plazo ( 15,3% ).
La inversión en Bolsa, en el mismo período de tiempo, ha sido también más productiva que la compra de renta fija a corto plazo. El rendimiento anual de los depósitos a un mes entre 1980 y 1997 se situó en el 13,2%.
Sin embargo, dentro del plazo 1980-1997, la renta variable no siempre ha sido la mejor inversión. Ha habido bastantes años en los que la rentabilidad de los bonos ha sido superior a la de las acciones. Fue el caso de buena parte de los ejercicios comprendidos en el periodo 1980-1984 ( ver gráfico en la página ). En los últimos 18 años ha habido varios ejercicios en los que la Bolsa ha registrado una rentabilidad negativa.
Esta evolución registrada en el mercado de acciones español es homogénea a la dada en los mercados internacionales. Así, la diferencia de rentabilidad entre los bonos a largo plazo y las acciones en Gran Bretaña entre 1919 y 1996 fue de 5,9 puntos porcentuales a favor de la renta variable, y en Estados Unidos, entre 1926 y 1990, de 5,5 puntos.
El banco de negocios británico BZW realizó el primer análisis comparativo entre rentabilidades de la deuda y la Bolsa en el Reino Unido. El objetivo era demostrar que había que invertir más en renta variable, ya que en el largo plazo siempre era más productiva.
A este estudio británico siguieron otros, y los inversores de los países occidentales, siguiendo estos análisis, aumentaron sus inversiones en Bolsa con vistas a obtener un buen beneficio en el largo plazo.
Actualmente, todos los analistas aconsejan comprar acciones si se quiere realizar una inversión a largo plazo. Pero ninguno recomienda la Bolsa con un horizonte inferior a dos años, ya que en los cortos períodos de tiempo la renta variable no sólo puede ser menos productiva, sino que puede tener un comportamiento negativo.
Los dividendos. No hay que olvidar, además, que la rentabilidad en Bolsa se obtiene por dos vías: los dividendos, un rendimiento que se conoce de antemano antes comprar las acciones y la revalorización del valor.
Según el estudio de BZW, los dividendos suponen dos tercios de la rentabilidad total de la inversión en acciones en largos espacios de tiempo.
¿Cuál es el riesgo de tener números rojos comprando y vendiendo acciones en el corto plazo? Ahorro Corporación ha realizado un estudio que mide las probabilidades de perder dinero según el período que dure la inversión. Para ello, ha utilizado la evolución histórica del Índice General de la Bolsa de Madrid en un plazo de 14 años.
Según este análisis, la probabilidad de obtener pérdidas en Bolsa cuando se invierte a un año es del 28%.
Este porcentaje va disminuyendo según aumenta la duración de la inversión. Así, cuando se compra y se vende a tres años vista, la probabilidad de perder dinero se reduce al 22,8%, y en cinco, al 19,8%.
A partir de los cinco años de inversión, el riesgo de generar pérdidas comienza a reducirse fuertemente, ya que baja al 12,7% en períodos de seis años, al 3,8% en siete, y al 1,9% en ocho.
Según el estudio de Ahorro Corporación, a partir del noveno año de inversión ya no existe ningún riesgo de registrar pérdidas.
Pero hay otras inversiones además de la renta fija y variable. ¿Qué posición ocupa la Bolsa frente a otras alternativas?

Después de la Bolsa y la renta fija, el mercado inmobiliario es la inversión más utilizada por el ciudadano español. Se dice, además, que tradicionalmente muchos inversores con las ganancias de las acciones compran pisos.

De hecho, en el último año, el mercado inmobiliario ha experimentado una importante reactivación, provocada principalmente por el crecimiento económico, la confianza de los ciudadanos en la marcha del país y la bajada de los tipos de interés. A estos factores, además, algunos analistas añaden que parte de las grandes ganancias cosechadas en la Bolsa ya se han dirigido a este sector.
Comprar pisos. ¿Pero cuál es el rendimiento de una inversión inmobiliaria? La rentabilidad en una vivienda se obtiene mediante dos vías: el alquiler y la venta del piso a un precio superior.
Actualmente, la rentabilidad de un inmueble en alquiler oscila entre el 5% y el 7%. Un rendimiento superior al que ofrece la renta fija ( las letras a un año están al 3,6% y la deuda a largo plazo al 4,42% ).

Pese a la caída de agosto, que continúa en septiembre, la Bolsa acumula una ganancia en el ejercicio del 13%, más que la rentabilidad que ofrece un alquiler de un piso.
En el largo plazo, la rentabilidad de un inmueble dependerá de la evolución de los precios. Los expertos, sin embargo, han descartado que en los próximos cuatro o cinco años vaya a producirse un boom como el de los años ochenta, cuando el precio de la vivienda se multiplicó por cinco.
La perspectiva es que los pisos aumentarán una media del 3% este año, un punto por encima de la inflación prevista, según el último informe de la Sociedad de Tasación. En otras palabras, la inversión en casas ofrece un rendimiento moderado, que puede ser superior al bursátil, dependiendo del período de tiempo y de las características del inmueble.
Hay otras alternativas, como el arte, el vino, las antigüedades... Pero comparar el rendimiento de éstas con la Bolsa es tarea imposible.

Las inversiones no financieras, a excepción del mercado inmobiliario, son muy distintas y variadas. Se pueden obtener grandes plusvalías, pero también se puede perder dinero si no se conoce el mercado. Más aún que en la Bolsa o en la deuda, para invertir en obras de arte o en una cosecha excelente de vino se necesita un gran conocimiento en la materia.

http://toros-osos-y-borricos.blogspot.com/search/label/ECONOMIA

lunes, A 15.01.07. JAPÓN: implicaciones para el inversor de largo plazo.


LA CRISIS JAPONESA.- Ningún país experimentó nunca una transformación económica como la que ocurrió en Japón entre los años 1953 a 1973. La economía nipona creció a unas tasas anuales impresionantes, impulsada por su Gobierno a través de los ministerios de Comercio Internacional e Industria y de Hacienda principalmente. El Gobierno japonés diseñó un plan de crecimiento económico a largo plazo digno del mismísimo Sun Tzu. Así, éste elegía las industrias estratégicas que liderarían el crecimiento económico del país y, por medio de concesiones de licencias a la importación y de préstamos fáciles, dirigía la inversión privada hacia estas industrias. Además, el Gobierno japonés protegería a estos sectores frente a la competencia exterior para que pudieran afianzarse en el mercado doméstico. Una vez afianzadas en el mercado nipón, las empresas estratégicas (siempre apoyadas por el Estado) comenzarían su expansión exterior hasta derrotar a sus competidoras extranjeras en su propia casa. La ayuda incesante del Gobierno japonés supuso que los directivos de estas empresas comenzaron a ignorar la rentabilidad de sus inversiones, centrándose exclusivamente en ganar cuota de mercado y en la expansión internacional. Uno de los elementos más curiosos de la economía japonesa era el de los KEREITSU. Estos eran grupos de empresas aliadas organizadas alrededor de un banco poderoso que tenía fuertes participaciones en sus accionariados. Gracias al Kereitsu, las empresas no se financiaban con acciones ni con bonos sino que lo hacían con préstamos concedidos por su banco principal. De esta forma, los directivos nipones no se preocupaban de la opinión de los mercados sobre sus decisiones estratégicas. Dicho de otra forma, las empresas niponas no tenían que mostrar una rentabilidad respetable a corto plazo para financiarse a precios razonables.

El elevado proteccionismo del Estado durante las cuatro décadas anteriores al pinchazo de la burbuja, tranquilizaba a los ciudadanos japoneses, los cuales no se preocupaban de la calidad de los créditos que concedían sus bancos pues, en caso de catástrofe, "papá Estado" intervendría y nunca permitiría que perdieran su dinero. Pero papá Estado estaba más preocupado con el crecimiento de su economía que con la seguridad financiera de sus ciudadanos. Así, decidió liberalizar el sector bancario para que los bancos tradicionales (muy conservadores), presionados por la nueva competencia, decidieran tomar mayores riesgos, concedieran más créditos que impulsaran la inversión y, finalmente, colaboraran en el crecimiento económico. La calidad de los préstamos y de las inversiones bancarias cayó en picado pero el incremento de su volumen ayudó a hinchar enormemente la economía japonesa.

Así, a principios de los 90, la capitalización de la bolsa japonesa era mayor que la de la bolsa americana, aunque la población norteamericana y el PIB norteamericano duplicaban a la población y PIB japoneses. Las grandes empresas se vendían a PERes de 60 veces y más. A esto debemos añadir un aumento sin precedentes del precio de la tierra. Esta fiebre especulativa se estaba financiando por las empresas financieras a unos tipos ligeramente superiores a los del mercado. Estas circunstancias tan extraordinarias y anormales, generaron una crisis tan, o más, extraordinaria y anormal. De hecho, desde 1991, durante 16 años de crisis económica, el PIB japonés en términos reales sólo ha mostrado números rojos en tres años: 1997 (-0,70), 1998 (-1,30) y 2001 (-0,80). Es una crisis sin crisis. El problema se debía a que las tasas de crecimiento japonesas eran bajas y no bastaban para satisfacer toda la capacidad económica del país.
En este entorno de crisis, el Gobierno japonés decidió actuar ( aunque lo hizo bastante tarde ). Primero subió los tipos para intentar frenar el crecimiento y evitar el crack ( les salió mal ). Después bajaron los tipos de interés al mínimo para potenciar el gasto y la inflación ( les salió mal ). Por último, intentaron reanimar la economía a través del gasto público (¡keynes para todos!) pero el envejecimiento de la población impidió al Gobierno seguir con estos planes de forma sostenible ya que dichos fondos se necesitaban para garantizar las pensiones ( les salió mal ). Y así desde 1991 hasta 2004. Pero en los últimos años el Gobierno japonés parece que ha descubierto el motivo real de la crisis: la pérdida de confianza de los japoneses en su sistema financiero. Esta es la clave. Así que las últimas medidas han ido dirigidas a sanear los bancos y recuperar la confianza. Para ello, todas las medidas han buscado crear inflación para subir tipos y así:

1) presionar al ahorrador japonés a gastar e invertir so pena de pérdida de valor temporal del dinero y
2) mejorar los márgenes bancarios, hacerlos rentables y que recuperen la confianza perdida.

JAPÓN Y LA INVERSIÓN A LARGO PLAZO.

Como hemos visto, la crisis japonesa es muy especial. No por ello podemos pensar que nunca va a volver a repetirse, pero hay que reconocer que es una anomalía dentro de la Historia Económica mundial. Factores familiares como el incremento del precio de la tierra y el envejecimiento de la población se mezclan con factores tan raros como los Kereitsu, el "extraño intervencionismo" ( por llamarlo de alguna manera ) del Gobierno japonés, la falta de respeto a los mercados financieros por parte de los directivos japoneses, la falta de confianza en el sistema bancario, la falta de rentabilidad y de criterio de los bancos... en fin, muchos más aspectos anormales que normales. Y en este entorno tan anormal, tenemos el único caso en la historia de las economías de los países desarrollados en el que la Bolsa baja durante más de cinco años. ¿Es esta la prueba de que el "Comprar y Mantener" es una estrategia peligrosa, "inmadura" o errónea? Yo creo que no. Y creo esto porque en circunstancias normales ( es decir, si todo ocurre como ha ocurrido desde que las Bolsas son Bolsas y el capitalismo es capitalismo ) el "Comprar y Mantener" funciona. Así de claro. Sólo una vez ( en el caso de Japón ) esta estrategia no ha funcionado y fue en un caso extremadamente raro y con unos factores propios de un país concreto como Japón (con el kereitsu como máximo exponente). Esto no quiere decir que no se pueda volver a repetir. Simplemente demuestra que lo que pasó es muy raro y que vuelva a pasar es aun más raro (porque todos los gobiernos y economistas lo han estudiado hasta la saciedad).
Por tanto, no podemos rechazar el "Comprar y Mantener" por haber fallado en una irregularidad. Cualquier otra estrategia de inversión a corto y medio plazo tiene muchísimos fallos en un entorno de absoluta normalidad. En entornos de anormalidad absoluta ( como en el caso de Japón ) ya ni hablamos. Análisis Técnico, Elliott, Análisis Fundamental cortoplacista, Market Timing con la Economía, Rotaciones de Carteras... todos fallan a diario pero, a diferencia de lo que ocurre con el "Comprar y Mantener", se toma como algo normal y no por ello se rechaza cada método. Sólo el "Comprar y Mantener" ha resultado infalible en un entorno normal. Ningún otro método de inversión ha demostrado ser tan rentable y tan fiable. Ninguno. Y el que diga lo contrario, que lo demuestre.



www.finanzas.com/id.3334608/noticias/noticia.htm

La bolsa, a largo plazo, más rentable que los planes de pensiones garantizados.

Invertir en un plan de pensiones garantizado supone sacrificar una gran parte de tu rentabilidad, que podría ser mayor invirtiendo en renta variable, a cambio de eliminar un riesgo que, a largo plazo, es moderado.

Ignacio Bañón - Finanzas.com20/05/2002

Los planes de pensiones garantizados, ayudados por el mal comportamiento de la bolsa en los dos últimos años, están atrayendo a un buen número de inversores. Pero invertir en este tipo de planes, que garantizan una rentabilidad en un periodo de tiempo, puede no ser una buena opción a largo plazo.
Tener un plan de pensiones es invertir para la jubilación. Esto es, en muchos casos, invertir a muy largo plazo (por ejemplo 20 ó 30 años). La clave del éxito no es cambiar de plan cada año según vaya la bolsa. La clave es dejar el dinero quieto en un activo que se comporte bien en periodos largos. Y a muy largo plazo, la renta variable suele ser imbatible.
La diferencia entre invertir en un plan garantizado o invertir a largo plazo en renta variable (sin garantía) puede ser muy grande. Mira la siguiente tabla para comparar la una inversión de 10.000 euros en un plan que te garantiza un 40% de rentabilidad al cabo de 10 años, o en renta variable (al 10% anual, cifra conservadora si tenemos en cuenta que la rentabilidad de bolsa en los últimos 75 años ha sido superior al 11%):



Año Plan Garantizado ( 40%, en 10 años ) Renta Variable ( 10% de media )

0 10.000 10.000
10 14.000 25.927

20 19.600 67.275

30 27.440 179.494



Pero hay un factor más: la inflación. Si ajustamos la rentabilidad para expresarla euros de hoy (descontando una inflación del 3%) podemos comparar el poder adquisitivo de las dos inversiones.


Rentabilidad esperada ( en euros de hoy )


Año Plan Garantizado Plan en Renta Variable

0 10.000 10.000

10 11.000 19.672
20 12.100 38.697
30 13.310 76.123


Dicho de otra forma, en euros de hoy, estos planes garantizados a duras penas mantienen el poder adquisitivo de tu inversión. Si la inflación sube por encima de lo esperado, tu plan garantizado pude incluso perder valor, en euros de hoy.

¿Y el riesgo? Efectivamente, nadie te garantiza que la renta variable vaya a tener el rendimiento esperado. Puede tener un rendimiento mayor o menor. Pero la renta variable siempre ha tenido rentabilidad positiva en periodos de más de 10 años. El riesgo a largo plazo es relativamente bajo tal y como se ve en la siguiente tabla -Fuente: Micropal 1949-1999 EEUU-. Y no parece que reducirlo a cero compense la pérdida de rentabilidad que muestran las tablas anteriores.


Rendimientos históricos de la renta variable

En periodos de 1 año
De +53% a -26%

En periodos de 5 años
De +29% a -2%

En periodos de 10 años
De +20% a +1%

Otros planes de pensiones garantizados están estructurados de forma distinta. Te garantizan, por ejemplo, el capital cada año y un porcentaje de la revalorización de un índice. El problema de fondo sigue siendo el mismo: se sacrifica sustancialmente la rentabilidad esperada de tu inversión, a cambio de una mayor certeza de los resultados. Y esta estrategia no tiene mucho sentido en el largo plazo, porque los años buenos se compensan con los malos, y la rentabilidad media "no garantizada" es mucho más alta.
Por eso te recomendamos que no juegues con tu jubilación: invertir en activos rentables a muy largo plazo es la mejor seguridad de conseguir una jubilación sin problemas financieros. Y recuerda: siempre puedes cambiar de plan de pensiones. Por ley.


www.bolsacinco.com/051128080025B5_ganar_dinero_bolsa_
decantate_valor_inversiones_largo_plazo.htm



Ganar dinero en bolsa: decántate por el valor en inversiones a largo plazo.

Maria Monteavero :: 28/11/2005

A largo plazo, invertir en empresas de crecimiento, más volátiles, supone
un riesgo mucho mayor que invertir en las conocidas como de valor,
más estables. Self Trade Bank afirma que gran parte de la rentabilidad de una
cartera invertida en crecimiento durante ocho años puede perderse durante
una crisis bursátil, mientras que, en esos momentos, la inversión en valor queda
mucho más protegida.

CAPÍTULO 5. ESTRATEGIA VALUE. LA DE WARREN BUFFET.

A largo plazo, siempre merece la pena invertir más en compañías de valor que en compañías de crecimiento. Si, por ejemplo, tomamos 1.000 dólares invertidos en diciembre de 1975 en compañías de crecimiento, treinta años después tendríamos 33.390 dólares, es decir, habríamos obtenido unos beneficios de 32.390 dólares. Por el contrario, los mismos 1.000 dólares invertidos en 1974, esta vez en compañías de valor, se habrían transformado en el mismo período de tiempo en 61.230 dólares, un 83% más que invirtiendo en crecimiento. El inversor debe tener en cuenta que una empresa de valor siempre “cotiza barata respecto a sus activos”. O lo que es lo mismo, tiene más valor que lo que el mercado le reconoce. En España, Gas Natural, BBVA, Sacyr Vallehermoso, Banco Santander y NH Hoteles son algunas de las compañías value. Este tipo de empresas se caracteriza por tener un PER bajos (número de veces que el beneficio está contenido en el precio de la acción) en el caso de las petroleras, rentabilidades por dividendo altas, como las eléctricas, y crecimientos de beneficios difíciles de predecir, en el caso de las compañías de materias primas.

Warren Buffet: una estrategia de inversión infalible

El gurú de las finanzas sigue un método de inversión que Self Trade Bank considera infalible:

1. Lo primero que hace Buffet es fijarse en el beneficio neto sobre fondos propios de la empresa (ROE) para medir su rentabilidad. Luego lo compara con el ROE medio del sector. No sólo hay que tener en cuenta que el ROE del último año sea elevado sino que también sea consistente en el tiempo.

2. “El endeudamiento excesivo genera volatilizad en los beneficios en función de si suben o bajan los tipos de interés. Por este motivo, Buffet prefiere comprar empresas con ratios de endeudamiento bajos.

3. Buffet sólo compra empresas en las que “una buena proporción de los ingresos se conviertan en beneficios”. Para el gurú lo que importa es que ese margen neto (beneficio neto/ ventas) sea creciente y, sobre todo, que haya seguido una progresión ascendente en los últimos cinco años.

4. El inversor americano no compra empresas que lleven menos de diez años cotizando en bolsa. Si tú quieres hacerlo, fíjate siempre en que la compañía tenga un “sólido historial a sus espaldas” que te permita estudiar sus movimientos, beneficios, etc. a fondo.

5. Negocios con ventajas competitivas. La empresa tiene que diferenciarse en cuanto a producto o servicio del resto de la competencia.

6. Buffet busca sobre todo empresas de calidad que estén infravaloradas por el mercado. De esta forma, “si el valor del mercado es un 25% inferior al valor fundamental de la empresa en la que queremos invertir, hay negocio”. Todos estos requisitos pueden ayudarte a decidirte por las empresas en que debes invertir aunque, eso sí, si vas a invertir a largo plazo, hazlo en las compañías de valor en vez de en las de crecimiento.


CÓMO OPERAR EN DISTINTOS PLAZOS TEMPORALES.


www.bolsa-e.com


CADA ONDA CON SU GRÁFICO.

Una de las cuestiones más importantes que debemos solventar es decidir en qué tipo de plazo preferimos operar y, consecuentemente, qué tipo de plazo debemos usar en nuestros gráficos. Así que voy a dar mi opinión al respecto.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los gráficos son una especie de fractal. Da igual que miremos un gráfico en período mensual, semanal, diario o intradiario. Todos los gráficos nos van a parecer iguales. Si no supiésemos qué período de tiempo usa un gráfico concreto jamás seríamos capaces de averiguarlo. Yo, para mis análisis, utilizo gráficos con seis compresiones de tiempo distintas; a saber: tendencias de ciclo, tendencias primarias, secundarias, menores, menudas y mínimas. A continuación explicaré que son cada una de ellas y qué tipo de compresión temporal uso en mis gráficos para ver cada una de dichas tendencias.

Siempre he creído que la primera y mejor lección sobre bolsa nos la ha dado la Biblia cuando en ella se cuenta la historia de José. Él interpretó los sueños del Faraón advirtiéndole de que la economía es cíclica (al igual que parece serlo el universo entero porque la línea recta no existe. Sólo existe la línea curva). Él advirtió al Faraón de que al ciclo de abundancia o vacas gordas, le seguiría el ciclo de escasez o vacas flacas.

Pues bien, creo que lo adecuado para situarnos es a partir de aquí: desde los ciclos económicos. Un ciclo económico durará en torno a 10 años (esta cifra es aproximada) y dentro del ciclo habrá una fase alcista o de vacas gordas y otra bajista o de vacas flacas. Y para visualizar ciclos lo adecuado es usar gráficos mensuales.

Un ciclo se subdivide en ondas primarias (que duran varios años). Un ciclo tendrá, cuando menos, una onda primaria para su fase de vacas gordas (la cual es lo que conocemos como tendencia primaria alcista) y tendrá otra onda primaria durante su fase bajista o de vacas flacas (llamada tendencia primaria bajista). Para visualizar las ondas primarias lo adecuado es usar gráficos semanales. Y este tipo de ondas, las primarias, junto con este tipo de gráficos, los semanales, son los que deben usar aquellos que operen a largo plazo. Es decir, aquellos que esperan mantener un valor durante toda su tendencia primaria alcista o fase de vacas gordas del ciclo económico, para vender el valor cuando comience su tendencia primaria bajista o fase de vacas flacas. (Este tipo de operativa bursátil, la de operar en tendencias primarias, es la que usan la mayoría de los grandes tiburones. En otro artículo explicaré por qué)

Una tendencia primaria se subdivide en tendencias secundarias. Este tipo de tendencias duran varios meses y para visualizarlas lo adecuado es utilizar gráficos diarios. Las tendencias secundarias son las más usadas por aquellos que prefieren operar a medio plazo.
Las tendencias secundarias se subdividen en tendencias menores. Éstas duran desde unos días a varias semanas. Y para visualizarlas se usa gráfico diario e intradiario de 1 hora. Las tendencias menores son las que suelen usar las personas que prefieren operar a corto plazo.
Las tendencias menores se subdividen a su vez en tendencias menudas. Para operar en acciones, estas tendencias ya apenas se usan (aunque hay gente que sí lo hace) porque son demasiado pequeñas. Sin embargo sí se usan en derivados porque gracias a su apalancamiento estas pequeñas tendencias son muy rentables. Además, hay que tener en cuenta que en derivados trabajan con mayor compresión temporal. Es decir, si en acciones solemos trabajar principalmente con las tendencias primarias, secundarias y menores, en derivados se trabaja con las tendencias secundarias (que hacen las veces de primarias), con tendencias menores y con tendencias menudas. Para visualizar las tendencias menudas es bastante habitual usar gráficos de 15-30 minutos y suelen durar desde unas horas hasta unos pocos días. La utilidad principal que tienen para la operativa con acciones es la de ayudar a afinar con mayor precisión el momento de la compra y de la venta. Ya que gracias a las tendencias menudas se puede afinar muchísimo el punto exacto para comprar y vender los valores.

Por último, el último plazo de compresión temporal que se usa en acciones (un plazo que pocos operadores usan) es el de las ondas mínimas. Por supuesto, las ondas mínimas son las ondas en las que se subdividen las ondas menudas. Para visualizar estas ondas hay que usar gráficos de 5 minutos, con lo cual estas ondas sólo pueden distinguirse en valores líquidos. O sea que en chicharros difícilmente las vamos a distinguir. Son tendencias que duran sólo unas horas. Y su utilidad está exclusivamente en superafinar lo ya afinado. O sea, se usan para conseguir una mayor grado de precisión tanto en el momento de la compra como el de la venta.


Las tendencias y la rentabilidad a muy largo plazo.

De megabolsa.com.

En consecuencia podemos afirmar, en contra de afirmaciones vertidas reiteradamente en este foro, que la inversión en Bolsa puede ser un excelente instrumento de inversión a largo plazo; es más, que es un instrumento muy apropiado, sobre todo, para rentistas, en función de su capacidad de diversificación, liquidez para circunstancias excepcionales, flujo regular de dividendos (con un excelente tratamiento en comparación con otros flujos), muy buen tratamiento fiscal de las plusvalías generadas a largo... el problema es sobre todo psicológico, hay que convivir con la volatilidad y no todo el mundo está dotado para ello (es la denominada "aversión al riesgo" ).



LA BOLSA EN EL LARGO PLAZO.

www.injef.com/revista/empresas/jmm_000505.htm

Finalmente terminaré con unas palabras de uno de los mejores inversores del siglo pasado, Warren Buffet. Sus inversiones son de largo tiempo, busca compañías que piensa se valorarán en cinco años o más. Aunque el año pasado tuvo un mal año, pues no se sintió confortable con las inversiones de tecnología, cuyos balances no entiende, en estos momentos de crisis su fondo o compañía holding Berkshire Halthway ha subido en los últimos meses un 35% cuando la bolsa ha sufrido los mayores altibajos de la historia. Habla indirectamente de esta '''exhuberancia irracional '' de estos momentos:
"Para invertir con éxito durante toda la vida no se necesita un coeficiente intelectual enorme, una intuición empresarial insólita o tener información privilegiada. Lo que se necesita es un marco teórico firme para tomar decisiones y la fuerza de voluntad para evitar que las emociones destruyan ese marco. Un asesor puede prescribir de forma clara y precisa el marco adecuado. El inversor debe aportar la disciplina emocional.
El que el inversor consiga unos resultados excepcionales dependerá del esfuerzo que se aplique en las inversiones y de la magnitud de locura que haya en los mercados durante su carrera como inversor. Mientras más absurdo sea el comportamiento del mercado, mejor será la oportunidad para el inversor metódico."

www.expansion.com/edicion/expansion/economia_y_politica/
es/desarrollo/684276.html

La bolsa ofrece más rentabilidad a largo plazo que la vivienda. E.S.Mazo/D.Badía

Abróchense los cinturones. La bolsa ha consolidado los 12.000 puntos, pero llega el mal de altura.
El Ibex 35 tiene vértigo y poco a poco comienzan los suaves descensos. Pero no hay que echarse todavía las manos a la cabeza: dicen los analistas que, aunque con vaivenes, la bolsa cerrará el año en el nivel actual. A largo plazo, quien aguanta en la Bolsa, gana.
Lo que hasta aquí puede parecer una conclusión obvia deja de serlo cuando se compara el mercado inmobiliario y bursátil. Pese a que la vivienda cada vez gana más fama como instrumento de inversión, la bolsa es más rentable. Las cifras hablan por sí solas: la alta volatilidad del mercado y sus vaivenes no impiden que, desde su nacimiento hasta hoy, el Ibex 35 haya ofrecido una rentabilidad media del 11,4%, frente al 8,8% de la vivienda. O, lo que es lo mismo: cien euros invertidos en Bolsa en 1988 tienen hoy el valor de 317 euros. Mientras, 100 euros depositados en vivienda, en el mismo periodo, se han revalorizado sólo hasta 267. Las cifras –recogidas a partir de los datos del Ibex y de la Sociedad de Tasación– sorprenden, si bien se deben a las peculiaridades del mercado español, en el que el boom inmobiliario se ha convertido en la estrella de la rentabilidad en Europa. Mientras, la bolsa, que aleja ahora los fantasmas del pinchazo tecnológico, ha experimentado grandes cambios desde su nacimiento.De hecho, al calcular la rentabilidad bursátil no hay que olvidar que no se puede invertir en todo el Ibex, a no ser que un accionista reparta sus ahorros entre las 35 empresas que componen el índice y que, para seguir con el supuesto calculado, esas compañías hubieran sido siempre las mismas. En cualquier caso, y pese a que ninguna comparación es exacta, al analizar la cotización de las empresas que más tiempo han sobrevivido en el índice, la conclusión es similar; e incluso da aún más ventajas a la bolsa frente a la vivienda. En este periodo, la rentabilidad media de las empresas supervivientes en el parqué desde su nacimiento alcanza en casi todos los casos los dos dígitos: Unión Fenosa, el 26,75%; BBVA, el 24,4%; Bankinter, el 23,9%; Telefónica, el 23,47%. Entre las grandes, también se encuentran, entre otras, Gas Natural, con el 21,53%; Santander, con 20,43%, Iberdrola, Banco Popular o Endesa, todas con rentabilidades superiores al 19%. Repsol, con un 17,7%, o Mapfre, con un 15,95%, también figuran en esta lista. El mercado inmobiliario, no obstante, tampoco ha estado exento de cambios: vivió sus años dorados durante la década de los ochenta, etapa que cerró justo con el nacimiento del Ibex. Así, en 1989, la rentabilidad –estimada en base a la subida de precios– marcó un 25,7%. A partir de entonces, el mercado registró un brusco ajuste que le llevó a encadenar una de sus peores fases: en 1990, el precio se moderó hasta marcar un aumento del 6,7%; en 1991, la cifra quedaba ya en el 2%: ya en 1992, coincidiendo con la crisis económica, experimentó una caída del 1,5%, que enlazó con otro descenso del 0,2% en 1993. En aquel año, la bolsa daba una rentabilidad del 54,20%. Las cifras vuelven a hablar por sí mismas.Bolsa y vivienda se van dando el relevo. Sólo desde mediados de la década de los noventa hasta el pinchazo de las punto.com, el nuevo capitalismo otorgó un reparto de poderes entre ambos mercados.Pero aquel pinchazo marcó ya una nueva etapa, en la que la competición de rentabilidades está más reñida. El desastre bursátil convirtió a la vivienda en la reina de la rentabilidad: las fuertes caídas del Ibex 35 se combinaron con repuntes de los precios inmobiliarios de dos dígitos: subieron a la cima y parecía que nunca estarían dispuestos a iniciar el descenso. Pero lo hicieron. A partir de 2005, y coincidiendo con la consolidación de la recuperación de la bolsa, los precios se suavizaron, para crecer a ritmos de sólo un dígito en 2006. Al tiempo, el Ibex ofrecía rentabilidades de dos cifras. Como sucede hoy.A todas estas peculiaridades de uno y otro mercado hay que sumar aún otros dos: la fiscalizad –más ventajosa en la vivienda– y la volatilidad bursátil. Esta última característica hace de la bolsa y la vivienda dos sectores contrapuestos, ya que, si la bolsa baja, el inversor pierde dinero; pero si los precios de la vivienda caen, el comprador siempre habrá incrementado su riqueza y patrimonio inmobiliario.En cuanto a la fiscalidad, los incentivos a la vivienda se compensan, aunque sólo en parte, con los dividendos. Es más: mientras que las ventajas fiscales a los pisos se recortan año tras año, las grandes compañías que sobreviven en el Ibex desde sus inicios han repartido abultados dividendos netos: una media, desde los noventa, de 4,2 euros por acción.

Un ‘pinchazo’ menos doloroso.
El pinchazo de la burbuja tecnológica de 2000 todavía permanece en la mente de muchos que se dejaron llevar por la exuberancia irracional. Algunos decidieron mirar hacia otro tipo de activo donde invertir su dinero, entre ellos la vivienda, pero hubo otra estrategia de la que muchos podían haber salido ganadores: una cartera de ensueño. El Ibex 35 tocó techo en unos máximos históricos de 12.816,8 puntos y hasta los mínimos de 5.364,5 puntos del 10 de septiembre de 2002, el índice selectivo español se desplomó un 58,14%. Sin embargo, la vivienda cerró el año 2000 con una rentabilidad del 12,5%, la mayor en once años, lo que sentó muy bien al sector constructor e inmobiliario en bolsa. Durante este periodo del pinchazo, Ferrovial, Sacyr Vallehermoso, Metrovacesa y ACS fueron de las que mejor aguantaron el chaparrón con revalorizaciones de entre el 16% y el 53%. Desde los máximos históricos del Ibex, las compañías que más han subido –hasta el cierre de ayer– son Metrovacesa, Sacyr Vallehermoso, ACS y Ferrovial, con avances del 604,99%, 426,97%, 343,84% y del 290,7%, respectivamente.

sábado, 30 de agosto de 2008

UNA CLASIFICACIÓN DE LOS VALORES

CLASIFICACIÓN de los VALORES y TIPOS de INVERSORES.


www.elblogsalmon.com/2006/04/05-blue-chips-y-chicharros-dos-formas-de-invertir-en-bolsa


Blue Chips y chicharros, dos formas de invertir en bolsa
Consultor Anónimo




Son dos términos muy utilizados en ámbitos bursátiles. "Blue Chips" y "Chicharros". Y no son sólo dos términos, sino que reflejan casi dos filosofías sobre la inversión en los mercados financieros.
"Blue Chips" es como se denomina a los valores más sólidos. Pertenecen a empresas estables, con poca volatilidad en los mercados, gran volumen de contratación y subidas moderadas en el tiempo. Es la inversión del medio/ largo plazo, la del que busca una empresa con un negocio consolidado, que dé recurrentemente beneficios y que no esté sujeta al movimiento que puedan hacer accionistas individuales.
Tradicionalmente, se han considerado "blue chips" a los bancos, las eléctricas o los operadores de telefonía. En España, Telefónica, BBVA, Iberdrola, Endesa, Santander...
"Chicharros", por el contrario, son los valores más volátiles. Suelen pertenecer a empresas pequeñas, con poco recorrido histórico. Tienen una escasa contratación en el mercado y una gran volatilidad, lo que facilita subidas y bajadas importantes. Es la inversión del cortoplacista, del que "ha oído un rumor". Son valores en los que el inversor particular está más indefenso, puesto que un movimiento a alto nivel puede hacer que gane o pierda mucho dinero.
Claro, que esto es una clasificación muy tradicional. De un tiempo a esta parte, los mercados financieros se han vuelto un poco locos y los fundamentales pierden peso frente a otro tipo de análisis y consideraciones, por lo que el concepto de "gran empresa que genera beneficios de forma consistente" ya no es un elemento necesario ni suficiente para asegurar un buen comportamiento en bolsa.


www.invertironline.com/Aprender/Nivel1/N1ClasificAcci.asp


Clasificación de las acciones.

Cuando de invertir se trata, las acciones pueden clasificarse en diferentes categorías. No todas, por supuesto, tienen las mismas características. Una simple comparación, por ejemplo, entre compañías como General Motors y America Online indica que no pertenecen a la misma industria ni sus productos o servicios guardan similitud. A partir de estas consideraciones, se pueden identificar distintos tipos de acciones. No existe un patrón único, por lo que algunos expertos difieren por defecto o por exceso en sus definiciones. Con todo, a continuación relacionamos las categorías más aceptadas comúnmente:

A la cabeza de cualquier clasificación figuran las llamadas selectas, muy apreciadas por su estabilidad en la Bolsa de Nueva York ( NYSE ), conocidas en inglés como blue chips; también están las acciones de crecimiento ( growth stocks ); las acciones cíclicas ( cyclical stocks ), y las acciones especulativas ( speculative stocks ), en las que, como su nombre indica, suelen invertir aquellos que especulan con la volatilidad de esos valores en el mercado.

-Las acciones Blue Chips son las preferidas en Wall Street. Se trata de compañías financieramente sólidas y por lo general de larga trayectoria, que, a lo largo del tiempo, han mostrado sostenidos estabilidad y rendimiento y que pagan dividendos a sus accionistas, tanto durante los buenos tiempos como durante los malos. Suelen ser las empresas más grandes y los valores que más dinero mueven en las bolsas todos los días, por lo tanto, son los valores con más liquidez. Entre ellas, por sólo citar algunas, están General Electric, IBM, Procter & Gamble, Exxon, Citigroup, Alcoa y Dupont. En España, los Blue Chips son: el B.S.C.H., Telefónica, el B.B.V.A., Iberdrola, Repsol y, sólo por el momento, mientras que Enel y Acciona no acaben de descuartizarla y borrarla del mapa, Endesa.

Según los analistas financieros, sólo de las blues chips se puede tener la certeza de que siempre se encontrará comprador, estén al precio que estén, aunque haya un crac bursátil.

Hay otros valores grandes y con mucha liquidez pero que no llegan a tanto como un blue chip.

En Estados Unidos el Dow Jones es el índice de los blue chips.

-Las Acciones de Crecimiento corresponden a compañías que se identifican por su gran potencial de crecimiento para el futuro. De hecho, cierto tipo de inversionistas acostumbra a poner la mayor parte de su capital en este tipo de valores, siguiendo una estrategia precisamente de crecimiento de su inversión. Estas compañías tienden a reinvertir las ganancias obtenidas con vista a una mayor expansión futura, por lo que no suelen pagar dividendos o lo hacen en muy poca cantidad. El precio de estas acciones en el mercado puede fluctuar con rapidez, más que el de otros valores.

-Las Acciones de Ingresos son aquellas que se caracterizan por proporcionar regularmente entradas al inversor. La clave radica en seleccionar aquellas compañías cuyos productos o servicios generen rendimientos mayores que el promedio de retorno de sus congéneres. A la hora de seleccionar una acción de ingreso es importante que la industria a la que pertenece la compañía figure en ese momento en una posición relevante.

-Las Acciones Cíclicas se definen por el hecho de que las ganancias de estas compañías tienden a variar en determinadas épocas. Entre éstas figuran aquellas cuyos precios o ingresos suben cuando se está en presencia de un período económico favorable, y descienden cuando hay una crisis económica, por lo tanto, son valores que se mueven con el ciclo económico, entonces suelen subir más que la mayoría cuando estamos en la fase expansiva del ciclo, pero también bajarán más que la mayoría cuando estemos en la fase de recesión económica. En ocasiones, la fluctuación de estas acciones es característica para todo el sector o industria al que pertenezcan. Como ejemplos de acciones cíclicas pueden citarse las de US Steel (X) e International Paper (IP), y de no cíclicas Procter & Gamble (PG) y Coca Cola (KO). Valores Cíclicos son las constructoras y las acereras ( Acerinox y Arcelor, por ejemplo ).

-Acciones no cíclicas.- en general, existen acciones que son relativamente estables durante épocas en que el mercado declina. Como ejemplos más característicos están las compañías productoras de alimentos, los fabricantes de medicinas y las de servicios públicos ( utilities ), que en tiempos de recesión sufren menos. Valores no cíclicos son: las autopistas ( Abertis ), la tabacalera, Altadis, ( los fumadores van a seguir fumando aunque haya una crisis económica ); las petroleras, etc.


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DEFENDERSE DE UN CRACK BURSÁTIL.

Ana Bastarrica, a 1 de diciembre de 2000.

Es cierto que conviene invertir en acciones defensivas cuando las bolsas retroceden, ¿ a qué se refieren los expertos ? No es lo mismo hablar de compañías defensivas que de acciones defensivas. En labolsa.com, te ayudamos a encontrar qué acciones españolas se comportan mejor a pesar de la caída de las bolsas. También hemos considerado interesante aclarar la diferencia entre:
Compañías de alto crecimiento o acciones de crecimientoCompañías defensivas y las acciones defensivasUna acción cíclica no es lo mismo que una compañía cíclicaCompañías especulativas y acciones especulativas.



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¿COMPAÑÍAS DE ALTO CRECIMIENTO O ACCIONES DE CRECIMIENTO?

Ana Bastarrica, a 1 de diciembre de 2000.

-Compañías de alto crecimiento son aquellas que históricamente han sido capaces de alcanzar tasas de crecimiento de sus ventas y beneficios muy por encima de la media de las compañías cotizadas. En los mercados financieros, se definen a las compañías de crecimiento como aquellas que obtienen una rentabilidad de sus inversiones superior al coste de su financiación. Aunque, aparentemente, esta frase puede parecer complicada, la explicación es muy sencilla. Recuerdo que un amigo me comentaba recientemente que se estaba planteando dejar su trabajo para montar una pequeña franquicia, que se especializaba en servir cafés exóticos. Estuvimos haciendo cálculos, y mi amigo necesitaba invertir unos 20 millones. En ese momento, los bancos le ofrecían un crédito al 7%, lo cual equivalía a pagar 1.400.000 anualmente en concepto de intereses. Calculamos que la cafetería le iba a proporcionar un beneficio anual muy superior a esta cifra, asumiendo que más de X personas consumían cafés al día, y X era un número muy realista. Por tanto, la inversión parecía atractiva. Pero no salió adelante porque le surgió otra aún más interesante, que explicaré otro día. Normalmente, una compañía consigue alto crecimiento por la simple razón de que es capaz de identificar oportunidades de inversión que le permiten obtener una rentabilidad de los fondos invertidos por encima de lo que le cuesta obtenerlos . Como consecuencia, es habitual que este tipo de compañías no repartan sus beneficios en forma de dividendos, sino que retienen una buena parte de ellos dentro de la empresa ( los contables dirían que en forma de reservas ), para reinvertirlos de nuevo en negocios muy rentables y continuar así creciendo.

Por ejemplo, recuerdo la decisión de Telefónica de dejar de repartir más dividendos. La compañía explicó que había identificado oportunidades muy atractivas en las nuevas tecnologías, y que iba a invertir todo lo que fuese posible en estos negocios. En ese momento, Telefónica dejó de percibirse como un antiguo monopolio situado en un sector "maduro" y comenzó a identificarse como una empresa de alto crecimiento. Las acciones con potencial de crecimiento no son necesariamente compañías de alto crecimiento, tal como las explicamos más arriba. Una acción con potencial de crecimiento es una acción con mayores probabilidades de subida que otras acciones de riesgo similar. En otras palabras, esta acción está infravalorada. Si una acción cotiza por debajo de su valor objetivo, en algún momento su precio se elevará hasta su valor teórico. Durante el periodo en que la cotización está experimentando este ajuste, el inversor ganará más en esta acción que en otra acción normal. Por eso se considera una acción con alto potencial de crecimiento.

Normalmente, invirtiendo en acciones de una compañía de crecimiento obtendremos retornos que son consistentes con el riesgo de esa acción. De hecho, muchas veces los inversores prefieren este tipo de compañías y, por tanto, sus acciones están sobrevaloradas ( lo cual disminuye su potencial de crecimiento ). En cambio, cualquier compañía, sea de crecimiento o no, puede tener potencial de crecimiento en sus acciones. Para encontrar cuáles son aquellas con mayor potencial de subir, no hay más que comparar los precios objetivos calculados por los analistas, con su cotización actual.

Los valores de crecimiento son los que se ponen "de moda" en cada momento. En otro tiempo fueron la famosísima Terra y el resto de tecnólogicas; últimamente han sido las inmobiliarias, con Astroc a la cabeza. Las 2 han provocado la formación de burbujas y las 2 han acabado reventando bruscamente.
Con el tiempo es de suponer que se pondrá de moda otro sector de la economía.
Últimamente también son valores de crecimiento las petroleras, por eso hace ya algún tiempo que la empresa más grande del mundo , por capitalización bursátil es Exxon Mobile, una superpetrolera de Estados Unidos, que le ha quitado el primer puesto a General Electric.



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¿COMPAÑÍAS DEFENSIVAS O ACCIONES DEFENSIVAS?

Ana Bastarrica, a 1 de diciembre de 2000

Las compañías defensivas son aquellas cuyos beneficios no se ven seriamente amenazados por una recesión económica. En otras palabras, sus ingresos no dependen del ciclo. Por eso se considera que son empresas con bajo riesgo, y normalmente tienen un balance sólido ( es decir, muy capaz de pagar la deuda comprometida ). Hay ejemplos muy claros en industrias como la farmacéutica, puesto que las ventas de medicamentos no dependen de la salud económica de los consumidores, o en las eléctricas, autopistas, tabacaleras, alimentación, etc.

Curiosamente, en la bolsa española, Altadis es, al mismo tiempo, un valor defensivo, o sea , que sirve como valor refugio, y un valor de alto riesgo.

Por otro lado, acciones defensivas son aquellas cuyo comportamiento en bolsa suele ser más estable. Es decir, no caen tanto como la mayoría de las acciones cuando hay momentos de pánico, actuando como "valores refugio", pero a cambio tampoco se disparan cuando vivimos un rally de la bolsa. Para los estudiosos de las teorías basadas en el famoso CAPM, las acciones defensivas son aquellas que tienen una beta muy baja. En la bolsa española, se enmarcan en este grupo las autopistas Abertis, o las eléctricas, como Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa y también Aguas de Barcelona. El Banco Popular es el más defensivo del sector financiero.


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¿COMPAÑÍAS CÍCLICAS O ACCIONES CÍCLICAS?

Ana Bastarrica, a 1 de diciembre de 2000

Se considera que una compañía es cíclica cuando sus ingresos y beneficios están muy influenciados por el ritmo de crecimiento económico. Esto explica que sus acciones reaccionan mucho a las publicaciones de datos económicos. Son empresas que ganan muchísimo dinero cuando venden grandes cantidades de su producto, pero apenas ganan o incluso llegan a perder cuando sus ventas descienden. La razón más común suele encontrarse en el hecho de que sus costes fijos son muy grandes, y necesitan vender muchas unidades para cubrirlos. Una vez cubren sus gastos, pueden alcanzar beneficios muy atractivos. En este grupo se encuentran las Papeleras, como Ence, y productoras de Materias Primas, como Asturiana de Zinc, Acerinox, etc. Mientras tanto, acciones cíclicas son aquellas mucho más volátiles que el resto del mercado. Se disparan cuando la bolsa sube, pero se desploman cuando las bolsas bajan. Para los estudiosos del CAPM, son las acciones con betas altas. En este sentido, la acción de una compañía cíclica no siempre es cíclica.
En diciembre de 2.000, las acciones más volátiles eran las relacionadas con las nuevas tecnologías, como Terra, TPI, Amadeus, etc.



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¿COMPAÑÍAS ESPECULATIVAS O ACCIONES ESPECULATIVAS?

Ana Bastarrica, a 1 de diciembre de 2000.

Una compañía es especulativa cuando sus activos tienen mucho riesgo, aunque también encierran posibilidades de enormes ganancias. Un ejemplo muy claro se encuentra en la biotecnología, o en la exploración petrolera. Si la medicina resulta efectiva, o si la compañía es capaz de encontrar un pozo de petróleo, la compañía va a ganar mucho dinero. Al contrario, si toda la investigación resulta fallida, la empresa habrá invertido miles de millones para nada. Las actividades farmacéuticas de Zeltia son, en este sentido, especulativas. Una acción es especulativa cuando tiene muchas posibilidades de retornos bajos o incluso negativos, y una probabilidad muy baja de que suba más que la bolsa. En este sentido, puede ser la acción de una compañía especulativa, o puede ser lo contrario a una acción de crecimiento. Dicho de otra manera, puede ser una acción "sobrevalorada". Si una acción ha subido mucho, estará cotizando a una valoración bursátil ( en términos de ratios PER, o rentabilidad por dividendo, etc ) muy superior a la de otras acciones. Como consecuencia, tiene todas las cartas para que en el futuro el mercado decida ajustar el precio de la acción a un nivel más "normal". Esto le puede ocurrir perfectamente a una compañía de crecimiento, con una gestión y un futuro brillantes, pero que de repente se ha convertido en una de las favoritas del mercado y cotiza a unos ratios PER exagerados.
El mejor ejemplo que se me ocurre, es la situación de todos los valores relacionados con las nuevas tecnologías hasta febrero del 2.000. Si históricamente las acciones con mucho potencial de crecimiento en resultados cotizan a ratios PER entre 25-35 veces, en marzo no sorprendía encontrarnos con muchas acciones que se habían convertido en las favoritas entre los inversores, y habían subido tanto que incluso cotizaban a ¡niveles PER cercanos a 100!. Medidas por este ratio, a día de hoy, a julio de 2.007, destaca en bolsa española los altos precios de compañías como: Puleva Biotech, Inbesos, Faes, Tavex algodonera, Sniace, E.A.D.S., Urbas, Cintra, Sotogrande, Riofisa, Zeltia, Fersa, Solaria, Inypsa, Aisa, tecnocom y Avanzit, todos ellos con un P.E.R. por encima de 75, que es un disparate.

Según los analistas, un P.E.R., por encima de 16 significa que el valor ya está caro.




http://santabolsa.com/diarioespeculador


CÓMO IDENTIFICAR LOS TÍTULOS DE VALOR Y LOS DE CRECIMIENTO.

Normalmente las compañías de valor presentan unos rendimientos notablemente superiores a los de las de crecimiento en medio/ largo plazo. Pero, ¿ cómo averiguar cuáles son dichas acciones ?. Pues bien, las compañías de valor son aquellas que presentan ratios PER relativamente bajos, rentabilidades por dividendo relativamente altas y ratios precio/ valor contable y cash flow relativamente bajos. Todo lo contrario para las compañías de crecimiento. También puede usarse la beta CAPM. Mientras que en las compañías de tipo valor es inferior a uno en las de tipo crecimiento es superior.

www.morningstar.es/news/interviews.asp?articleid=50417&validfrom=4/3/2007%205:27:00%20PM

Buenas expectativas para los Valores de Crecimiento MariaGrazia Briganti, a 2007-04-03.

Sí a los valores de gran capitalización, pero mejor aún si tienen elevadas expectativas de crecimiento. Tras varios años de mejor comportamiento por parte de los títulos de valor, los indicadores económicos sugieren que el año 2007 podría ser el año de aquellas sociedades que presentan una tasa de crecimiento superior a la del mercado. John Granholm, gestor de Alliance Bernstein nos lo explica.

¿Cómo está cambiando la tendencia del mercado en términos de estilos de inversión? Pensamos que es un buen momento para invertir en acciones de crecimiento, porque tienen una mayor capacidad de sostener un aumento de los beneficios cuando la economía entra en fase de ralentización como en la actualidad. Los títulos de crecimiento no gozan de mucho favor entre los inversores y, sin embargo, están cotizando en sus niveles más bajos. Los títulos “value” ( de valor ) y “growth” ( de crecimiento ) han ido alternando sus rentabilidades a lo largo de toda la historia de los mercados. Desde el año 1985 hasta hoy ha habido distintos periodos, con un estilo que ha batido al otro en cerca de un 10%. Históricamente esta rotación ha sido muy acentuada en las fases de inicio y salida de periodos de aceleración o ralentización del crecimiento económico y más aún pronunciado en presencia de una “burbuja”. ¿Qué sucedió tras el pinchazo de la burbuja de internet? Por ejemplo, en los cinco años que siguieron al colapso del año 2000, las acciones de valor se comportaron mucho mejor que las de crecimiento y asistimos a un ciclo de valor con una duración y fortaleza nunca visto. Aunque es imposible predecir cuando las rentabilidades relativas de los dos estilos de inversión se invertirán, por lo que creemos que construir una cartera compuesta por un 50% de acciones de crecimiento y un 50% de acciones de valor es el enfoque óptimo, nuestro análisis muestra que la rentabilidad suele regresar a los valores medios históricos en el largo plazo. ¿Cuáles son las pruebas económicas que favorecen un mejor comportamiento de las acciones de crecimiento? Mirando el pasado reciente, las acciones de crecimiento han empezado a comportarse mejor en la última parte del año 2005, aunque se desinflaron significativamente en 2006 cuando los inversores empezaron a temer un aumento de la inflación, causada por el reinicio del crecimiento económico. El hecho de que estos miedos se hayan desvanecido y que el temor actual del mercado tiende más bien hacia una ralentización demasiado rápida de la economía podrían impulsar la recuperación de las acciones de crecimiento en este año 2007. Más del 75% de las acciones presentes en nuestro Global Growth Trends Portfolio ha confirmado o superado las expectativas de crecimiento de nuestros analistas que piensan que los buenos fundamentales continuarán guiando la rentabilidad. Las expectativas que tiene sobre las compañías de crecimiento en Estados Unidos, ¿ son las mismas que para las sociedades europeas y de otros países? Aunque las acciones que presentan un crecimiento de los beneficios superiores a la media están aumentando su posición de dominio respecto a las demás compañías con resultados potencialmente menos interesantes, los inversores siguen siendo escépticos respecto al hecho de que un mayor crecimiento de los beneficios pueda traducirse en un aumento de valoración frente a la media del mercado. En general, la respuesta a la pregunta es “sí”. Vemos señales de compresión de las valoraciones en todo el mundo aunque es un poco engañoso valorar la tendencia de los estilos growth y value en distintas áreas del planeta ya que los benchmarks utilizan criterios distintos para determinar qué es una acción de crecimiento y qué es una acción de valor. Con la excepción de algunos mercados, como China, las acciones growth están en niveles cercanos a los alcanzados en el año 2000 y tienen unas valoraciones atractivas. ¿Cuáles son los sectores más prometedores en términos de crecimiento?
Con el envejecimiento de la población en el mundo desarrollado, las acciones del sector farmacéutico generarán beneficios y, en particular, las compañías de biotecnología. Se trata de un claro ejemplo de una falta de respuesta del mercado a las proyecciones de aumento de beneficios. El sector financiero y especialmente aquellas compañías que se ocupan de los mercados de capitales, representa igualmente un área de interés para los gestores de valores de crecimiento.


TIPOS DE INVERSORES.

http://cio2005.uniovi.es/cio2005/VerDocumento.do?id=79&tipo=resumen

Inversores Fundamentalistas: procesan la información relevante del
mercado, estudian la evolución de las empresas y se forman expec-
tativas sobre el precio y el dividendo futuros. Basados en esto,
corregido por su confianza en la predicción y su aversión al riesgo,
emiten ordenes de compra/ venta.

Inversores Psicológicos: con comportamiento parecido al anterior,
pero su aversión al riesgo está más influenciada, cambia más en fun-
ción de si experimentan ganancia/ pérdida relativa con respecto a una
referencia, como sugieren algunos experimentos de Kahneman
y Tversky (1979).

Inversores Técnicos: toman sus decisiones usando las reglas del
análisis técnico. Pueden ser las medias móviles, el RSI, el MACD,
etc., para obtener las señales de compra o de venta.

El mercado está formado por inversores técnicos y fundamentales.
Es posible observar que a mayor proporción de técnicos, mayores vola-
tilidad y volumen.



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RECOMENDACIONES PARA OPERAR EN LA BOLSA.


http://blogs.diariosur.es/consumo/2006/10/11/bolsa-es-hora-los-violines

Para los pequeños inversores, unos cuantos consejos ,si se disponen a poner un pie en el parqué:
-INVERTIR EL DINERO QUE NO SE NECESITE. Sobre todo, en un corto periodo de tiempo. Invertir en Bolsa puede ser rentable (sobre todo a largo plazo), pero las pérdidas pueden ser de batacazo.
-PLANIFICAR LA INVERSIÓN. Hay que tener muy claro lo que se
espera de la inversión. -PERFIL DE RIESGO. ¿Cuánto dinero está dispuesto a arriesgar que le permita dormir por las noches? Hágase esa pregunta. Si su perfil es conservador, elija mejor fondos de inversión que combinen renta fija y renta variable; si es arriesgado, adelante con la renta variable.
-DIVERSIFICAR. Ya se sabe, lo de no tener todos los huevos en la misma cesta. La rentabilidad aumenta con la diversificación, por lo tanto no invierta en un solo valor.
-ACUDIR A EXPERTOS. No se lance a invertir con su propio criterio, asesórese. La Bolsa no es una ciencia exacta.
-NO ES BUENO EMPEÑARSE EN PÉRDIDAS. Es mejor recuperar el dinero, aunque sea menos de lo que invertimos, que aguantar hasta que el valor vuelva a subir.
-LA AVARICIA ROMPE EL SACO. Vale, un refrán manido, pero en Bolsa se suele decir eso de que 'el último duro que se lo lleve otro'. Pues eso, que a veces es preferible vender y recuperar ganancias que exponernos a perder.


http://jimtorx.blog.labolsa.com


Seis mitos de Wall Street
No hay un límite para las ganancias, las ventas y el aumento de la productividad que pueden generar las firmas de tecnología. Estas empresas no están sujetas a las fuerzas económicas comunes, como las tasas de interés. Las perspectivas de las tecnológicas son más importantes que sus ganancias.
Estos eran algunos de los principios que millones de inversionistas
abrazaron cuando crearon la histórica alza de acciones de tecnología que empezó a fines de 1998. Los títulos más atractivos eran los de los pioneros de Internet, pero esos no fueron los únicos alentados por una fe generalizada de que había un nuevo grupo de reglas que se aplicaban a estos valores.
Y con las acciones se han derrumbado muchas de las creencias de los inversionistas acerca de las acciones tecnológicas. A continuación presentamos seis grandes mitos y las verdades difíciles de aceptar que escondían.
Mito número 1 : Las tecnológicas pueden generar grandes avances en resultados, ventas y productividad durante muchos años.
Este es, probablemente, el mito dominante y el más influyente de todos los que gobernaron los títulos de tecnología, en parte, porque parece muy difícil de desafiar. El crecimiento en las ventas y ganancias de las tecnológicas estaba dejando atrás al de las empresas de otros sectores. Pero este punto de vista no tomaba en consideración que las acciones habían crecido tanto que su precio reflejaba "la perfección", dicen los escépticos. Cualquier paso en falso, y las acciones se desplomarían.
Mito número 2 : Las tecnológicas no están sujetas a las fuerzas económicas normales, como un alza de las tasas de interés.
Hasta finales de los 90, la tecnología era considerada un negocio cíclico, con sus ventas y ganancias subiendo y bajando con el resto de la economía. Pero a medida que la locura tecnológica se asentaba, uno de los argumentos a favor de las tecnológicas era que la demanda de sus productos era tan grande que seguiría creciendo más allá de los altibajos económicos.
Mito número 3 : Los monopolios crean ventajas insuperables.
Supuestamente, algunas tecnológicas merecían valoraciones extraordinarias porque la naturaleza de sus productos creaba cuasi monopolios. El enorme número de usuarios del sistema operativo de Microsoft, por ejemplo, le daba una masa crítica de clientes con la que era difícil competir.
Uno de los problemas de este argumento es que el gobierno puede sospechar del poder de monopolio. La demanda del departamento de Justicia de EE.UU. contra Microsoft ha ayudado a quitarle la mitad de su valor a las acciones de la firma.
Mito número 4 : el crecimiento exponencial de Internet acaba de empezar, y sólo puede acelerarse.
La demanda de productos y servicios de Internet, aunque sigue siendo firme, se ha demostrado que no es infinita. Muchas puntocom asumieron que los inversores en Bolsa esperarían durante años antes de exigir utilidades importantes. Pero los capitalistas están abandonando las empresas en las que invirtieron agresivamente para atraer clientes.
Mito número 5 : las perspectivas son más importantes que las ganancias inmediatas.
Valorar las acciones tecnológicas según sus perspectivas hizo que algunos analistas se olvidaran de qué cosas podían cambiar, como la competencia.
Mito número 6 : Esta vez, las cosas son diferentes.
Este es el mito fundamental al que sucumbió la gente. Y lo más atractivo es que tenía gran parte de verdad. Pocas veces una serie de hechos ( Internet, la comunicación inalámbrica y la interconexión computacional ) se convirtió en algo tan relevante, tan rápidamente. Los analistas lo compararon con inventos revolucionarios, como el teléfono, la televisión y el auto. Pero ignoraron que, hasta las firmas que son parte de una revolución deben enfrentarse a las fuerzas del mercado.


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EL CAMINO HACIA LA RUINA.

Javier García.

"He sabido llevarme de la nada a un estado de extrema pobreza" Dicho por Groucho Marx, que perdió 250.000 dólares en un día en el hundimiento de Wall Street de 1929.Si estás interesado en alcanzar el "estado de extrema pobreza" al que se refiere Groucho Marx sigue fielmente estos consejos:
Optar por especializarse en un pequeño número de mercados y operar siempre en ellos.
Basar la recopilación de información sobre estos mercados en un revoltijo aleatorio de periódicos, estadísticas económicas, sugerencias de entendidos, rumores y buenos consejos de los bancos, de los corredores, de los amigos y de los taxistas.
Prestar oídos a todo, puesto que si tener información es bueno, tener mucha información será mejor. Poner el máximo de fe en la información que se quiere escuchar.
En particular, prestar mucha atención a los economistas.
Aunque no hay duda de que uno mismo es bastante bueno en lo que se refiere a temas económicos.
Prestar poca atención a los flujos de liquidez, ya que "históricamente el M2 ha sido un indicador deficiente".



Comprar cuando el vecino y todos los demás parecen estar comprando y vender cuando el mercado se ha desplomado.
A nadie le gusta estar fuera del mercado, especialmente vendiendo en descubierto. Por esta razón, uno piensa en la mayoría de los casos que el mercado subirá.
Asegurarse de recibir montañas de briznas de información, pero no ponerlas en perspectiva.
Cultivar la práctica de observar los precios en bloque (en la pantalla de un ordenador o en una lista de cotizaciones) en lugar de observarlos en perspectiva (en los gráficos).
Usar gráficos muy refinados, con cinco medias móviles y siete u ocho indicadores secundarios. El único problema es que resulta difícil ver el precio.
Como usuario de los gráficos uno es chartista, pero no lo sigue siendo si se producen noticias importantes, en cuyo caso pierde la fe en los gráficos.
Como chartista, tomar una posición en una formación de cabeza y hombros aunque ésta no se atenga a sus características generales. El estudio de las bases psicológicas más detalladas lo dejamos para los "teóricos".
Operar sobre la base de una señal que solo está a medio desarrollar. "Hay que ser rápido" se piensa.
Operar basándose en las propias apreciaciones, no en las del mercado.
Decir que "los otros" son unas viejas histéricas y adquirir el hábito de tomar posiciones en contra de una tendencia intacta. Tal vez porque nunca se paró a pensar en lo que realmente es "una tendencia intacta"., o porque piensa que ya sabe hasta donde llegará una tendencia.
No tener una política específica de exposición y aficionarse a probar fortuna.
Liquidar inversiones a largo plazo después de una semana porque se les puede sacar un beneficio.
Mantener inversiones a corto plazo si producen pérdidas, pasando a denominarlas "inversiones a largo plazo".
Utilizar la pirámide inversa cuando las cosas marchan bien. En cuyo caso también se carga de acciones "para mejorar el precio medio de adquisición" en una tendencia bajista.
Usar las mismas tácticas con independencia de que el mercado se encuentre en una tendencia, una zona de congestión, o iniciando un cambio de tendencia.
Cambiar las órdenes con precio limitado cuando el mercado está en contra de uno, porque se alberga la esperanza de un cambio de sentido.
Ocultar las pérdidas con operaciones de cobertura, en lugar de soportarlas.
Pensar que los ciclos históricos del mercado son improcedentes. "La situación es diferente hoy en día".
Así pues, no mostrar mucho interés por lo que se habla en el mercado.
Pensar que es fácil.
Pensar que basta y sobra con ser espabilado.
Pensar que los demás no están en el mercado para ganar dinero.
Olvidar que este es el mercado más inhóspito del mundo.
Con estas reglas en mente, y antes de entrar demasiado a fondo en el mercado bursátil, recuerda el viejo proverbio que dice: "Si no sabes quién eres, la bolsa de valores es un lugar muy caro para descubrirlo"."No te juegues los cuartos; coge todos tus ahorros y compra unas buenas acciones que guardarás hasta que suban. Si no suben, no las compres". (Will Rogers) "El jugador de bolsa neoyorquino de tipo medio, cuando no encuentra algo provechoso que hacer, se queda sin hacer nada durante un breve periodo. Luego, de forma repentina e histérica, hace algo que resulta extremadamente perjudicial para sus intereses. No es un hombre perezoso". (Freed Schwed) Espero que esta recopilación de consejos te sea útil para mantenerte lo más alejado, que te sea posible, de ese estado de "extrema pobreza", y si ya estas en él intenta seguirlos para salir cuanto antes de él... Un saludo y a jugar...


www.megabolsa.com/biblioteca/art50.htm

www.megabolsa.com/biblioteca/art41.htm

www.hispabolsa.com/icomoinvertir.htm


1. La Autodisciplina.-Se habla mucho de sentimiento de mercado y de psicología de masas, creo que el peor enemigo de un inversor es él mismo, siempre y cuando se deje llevar por las emociones, su propia subjetividad si le hace olvidar todo lo que ha aprendido y, a pesar de ser muy bueno en simulaciones, fallar en el tiempo real. Formación, información y sentido común.

2. Usa la autodisciplina como tu mejor guía cuando los mercados se muevan contra tu posición. Toma tus pérdidas y espera otra oportunidad.
Utiliza Stop Loss y... ! respétalos !

3. Hay que buscarse, siempre, un Sistema de Inversión y seguirlo al pie de la letra, para lo que hace mucha falta la Autodisciplina. Con el mismo valor con el que se puede haber tenido una operación con pérdidas, habrá muchas ocasiones de tener otras operaciones con beneficio. Pero cuando en la primera operación se sale con pérdidas puede desmoralizar y hacernos perder la confianza en el sistema, cuando no es así porque no ha sido el sistema el culpable. Para evitar este problema hay que tener mucha fe en el sistema que cada uno haya elegido y, con esto, volvemos otra vez alo mismo: Autodisciplina.

4. Basa tu sistema de inversión en el análisis técnico, en el análisis fundamental o en seguir las noticias, pero no abras una posición, en bolsa, porque hayas tenido una “corazonada”, ni solamente porque te lo haya dicho un amigo. Así no se llega a ninguna parte.

5. Nunca promedies una posición perdedora
( comprar más barato si está bajando para promediar el precio de compra ).

6. Nunca entres en el mercado sólo porque estás cansado de esperar, y nunca salgas de él sólo porque hayas perdido la paciencia.

7. Nunca cambies tu posición en el mercado sin una buena razón. Si haces una operación, que sea basada en razones fundamentales o análisis técnico y, una vez hecha, no te salgas sin una indicación clara de cambio de tendencia.

8. Entre las noticias que más influencia suelen tener en las cotizaciones de los valores, se incluyen las Recomendaciones de las Agencias de Calificación Financiera : Standard & Poros, Moody´s y Fitch Ratings; las publicaciones de Resultados de las empresas y los Tipos de interés oficiales, que determinan los Bancos Centrales.

9. Pienso que no basta con tener un sistema para entrar o salir en un valor, creo que debe haber una estrategia general de inversión en base a los medios que tengamos y lo que sepamos hacer con ellos: el tiempo, la cuantía de la inversión y la dedicación que podamos darle ...

10. Diversificar.- Para minimizar riesgos hay que diversificar, o sea comprar acciones de, al menos, 3 o 4 valores, para no “jugárselo todo a una sola carta”.

11. Hay que elegir o seleccionar unos cuantos valores para seguirlos ( puede estar bien de 8 a 10, para poder tener siempre abiertas operaciones con entre 4 y 6 de ellos ). Ver, si es posible, todos los días, su evolución y, sólo cuando se presente la ocasión aplicando tu sistema, comprar. Mientras no se presente la ocasión, lo mejor es esperar y ver. No es obligatorio estar permanentemente invertido, ni tampoco estar permanentemente entrando y saliendo del mercado porque hay tener muy en cuenta los gastos: las comisiones del broker y el canon de bolsa ( un impuesto indirecto ).

12. Opera siempre dentro de tus posibilidades económicas.

13.-Usar sólo el dinero que no se vaya a necesitar a corto plazo ( por ejemplo, durante los próximos 6 meses ).

14. Divide tu capital en 10 partes iguales y nunca inviertas más de la décima parte de tu capital en una sola operación. No inviertas tampoco más de un 10% del capital para hacer trading, que es lo más difícil.

15. Nunca sobre-inviertas ( overtrading, invertir por encima de tus posibilidades ), y respeta siempre tus reglas para el manejo del riesgo.

16. Por lo tanto, hay que andarse con cuidadito, cuidadín con los derivados que ofrecen la posibilidad del Apalancamiento porque éste puede resultar peligroso... si no hacemos las cosas con la suficiente autodisciplina y nos dejamos llevar por la codicia, cosa que suele pasar cuando nos olvidamos de que estamos operando en un mercado en el que siempre hay un riesgo cierto y real, no ficticio.

17. Ser prudentes y precavidos, o sea tener siempre, por sistema , una parte del dinero en liquidez, para, si viniera una bajada inesperada, poder utilizarlo para comprar más barato, aunque sólo sea para aprovechar el rebote técnico que pudiera venir a continuación.

18. Reduce tu inversión tras una pérdida, nunca la incrementes intentando recuperar lo perdido. O, incluso, tomate un descanso de, al menos, unos días. Sobre todo después de una mala racha.

19. Evita la tendencia natural a incrementar el capital de cada operación después de un largo período de operaciones exitosas.

20. Opera al precio de mercado siempre que sea posible, procurando evitar precios fijos de compra y de venta. Hay cosas que puede ser que cambien de un broker a otro, pero, normalmente si se pone una orden ( sea de compra, sea de venta ) a un precio fijo te van a partir la orden en otras tantas órdenes como precios distintos ( más bajos que el tuyo ) encuentren; y, entonces, por cada orden te van a cobrar una comisión, con lo que las comisiones pueden multiplicarse. Con el broker con el que yo opero, lo mejor es poner la orden “por lo mejor” y sólo te cobran una comisión.

21. Hay que conocer ampliamente: los sistemas de contratación; el sistema de formación de los precios; las distintas alternativas posibles de inversión en bolsa: mercado de contado ( acciones ) ; mercado de futuros y de opciones y los distintos mercados posibles: el cambio de divisas ( el euro- dólar, por ejemplo ) ; los Futuros sobre: los Bonos ( Renta Fija ) , el petróleo, el gas natural, el oro, la plata y otras commodities como el algodón, el cacao, etc.

22. Si estás indeciso, sal del mercado o no entres. Opera sólo cuando tengas suficiente confianza con tus estrategias de inversión.

23. Poner órdenes de compra o de venta con la sola información, sobre la cotización, del teletexto es temerario. Dependiendo del volumen, el inversor, incluso pequeño, debe considerar la posibilidad de disponer de las cotizaciones en tiempo real, y lo que se llama la profundidad de mercado: las 5 mejores posiciones de compra y venta. O sea, búscate un buen broker.

24.-Los Brokers.-Contratar con un intermediario que sea ágil y que tenga costes de intermediación no superiores al 0.25% ( es decir ..pasar de los bancos ).

25.-Conocer la base de los análisis técnico y chartista que son empleados por muchos inversores y operadores. ( Libro recomendado: Análisis técnico de la tendencia de los valores de Edward y Magee publicado en Gesmovasa ).

26.-La Tendencia. Los precios de los valores siempre se mueven siguiendo tendencias. Cambian, pero dentro de un orden; por lo tanto: No luchar contra la tendencia de los valores. Recuerda que "la tendencia es tu amiga" y NUNCA compres o vendas si no estás seguro de la tendencia del mercado que se ve mediante el análisis chartista, viendo la gráfica o chart del valor con el quieras abrir una operación.

27. Ignora las pequeñas fluctuaciones y toma posiciones con la tendencia básica del mercado. Recuerda operar siempre con la tendencia principal, dejando de lado la tendencia secundaria cuando pueda haberla.

28. Utiliza Stop-Loss (stop de pérdidas). Protege siempre tus posiciones con stop-loss colocados en unos límites de precios razonables, pero tú marcas el precio del Stop-loss y, si lo alcanza, cierras la operación. Es preferible, como alguien dijo, cortarse un dedo antes que la mano entera.
Los stop-loss deben servir para cortar a tiempo las pérdidas y dejar correr los beneficios; por lo tanto, para preservar el dinero invertido en cada valor, hay que ir subiendo progresivamente el stop-loss cuando vaya subiendo el precio de las acciones que se han comprado.
Otro sistema puede consistir en vender si después de 3 o 4 días tus acciones no consiguen subir de un cierto precio después de haber estado algún tiempo subiendo.

29. No acudas a una salida a Bolsa ni a una ampliación de capital; es la "ruleta de la fortuna". No compres nunca acciones de un valor que no esté cotizando, al menos, durante un año, porque en ese caso, el análisis técnico, sobre todo, es más fiable.


www.megabolsa.com/biblioteca/art8.php


Ganar aprendiendo a perder
No importa lo bueno que sea el sistema que tengamos para invertir en bolsa ( por fundamentales, por gráficos, por ondas de Elliott, etc. ), nunca ganaremos el 100 % de las veces. Pero el modo de enfrentarnos a este hecho será de gran importancia a la hora de determinar el alcance de nuestros éxitos.

La verdadera clave para ganar es aprender a perder. Realmente ¿es tan terrible tener una pérdida en una o dos posiciones? Para la mayoría de la gente sí lo es, y esa es la razón por la que acaban tomando decisiones simples. Pero para los profesionales del mercado, el coste de los negocios es una realidad de la vida. Los especialistas y demás profesionales no pierden el sueño si una determinada posición acaba en la columna de pérdidas. Ellos se preocupan por dos factores mucho más importantes:

1. El resultado neto de todas sus posiciones ( mientras los resultados sean positivos estarán contentos ).
2. Saldrán si un valor determinado se mueve contra ellos.

Esto es un modo muy maduro y racional, aunque poco practicado,
de enfocar el mercado. Cuando jugamos al tenis, ¿esperamos no fallar punto alguno? No, aceptaremos fallar algún golpe y no nos preocuparemos si ganamos el partido. A pesar de ello, siempre veremos a alguien perder el control a causa de un mal lanzamiento de la pelota en un partido tenis.
Las emociones son destructivas, si no se tratan de un modo adecuado. Muchos "jugadores" del mercado a los que les iba razonablemente bien, especialmente en un mercado al alza, han arruinado toda su estrategia al tener una sola posición equivocada. En vez de comprender que la primera pequeña pérdida es la mejor pérdida, se enfadan y se encasquetan mientras su valor se hunde. Cuando ha caído hasta un nivel aparentemente barato, compran más para bajar la media, perdiendo aún más dinero cuando el valor se desploma.
Puede ser incluso peor, porque a medida que se acumula la pérdida, el siguiente paso destructivo es comenzar a tomar beneficios en aquellos valores que van bien.
Esto hace que se sientan mejor a corto plazo, pero a los pocos meses la cartera reflejará los terribles efectos de esta estrategia mal concebida.
¿Qué nos lleva a este comportamiento destructivo? En una palabra: ¡el ego!.
Hay demasiados inversionistas que piensan que si consiguen un buen beneficio son genios, pero, si pierden, son estúpidos. No se trata de nada de eso. Si se gana a pesar de utilizar tácticas malas, es que se tiene suerte. Y si se tiene pérdidas, pero se siguió un enfoque sólido y disciplinado, se actuó sabiamente.
Mantengamos un largo diálogo con nosotros mismos y asegurémosnos de que nuestro ego está a buen recaudo cuando tomemos decisiones. No juguemos en el mercado sólo para poder presumir de los aciertos en los cócteles y fiestas.
El poder de destrucción del ego se puede observar día a día. ¿Cuántas veces hemos pensado vender un valor tan pronto como éste vuelva al lugar en el que entramos, para poder salir sin pérdidas ni ganancias? ¿Por qué sin pérdidas ni ganancias? ¿Por qué no cuando se recupere hacia la resistencia por encima del suelo, aunque esto implique una pequeña pérdida? Para los inversionistas que se dejan llevar por el ego, salir sin pérdidas ni ganancias significa "No fui tonto". Esto siempre va unido a sus pérdidas y ganancias, pero cuando pierden siempre culpan a alguien más.
Todo lo que esté a mano sirve de cabeza de turco, pero sobre todo su informador.
Todos nos hemos encontrado informaciones más o menos valiosas, pero ellas no nos obligan a comprar, mantener o vender el valor. Al final, la decisión está siempre en nuestras manos, así que aprendamos a responsabilizarnos de nuestros actos. Si estos actos son posivitos, reforcémoslos; si son negativos, trabajemos hasta comprender la razón y cambiar.

Durante el histórico crash de octubre de 1987 se produjo lo que podría ser un ejemplo extremo de lo potente que puede llegar a ser la mezcla de ego y fracaso en la operación: un inversionista que sufrió grandes pérdidas disparó y mató a su corredor antes de suicidarse.

Vicente Bustos.


30.-Conocer todo lo posible sobre la empresa en la que vayamos a invertir ( Fundamentales ); sobre todo cuando sea para el largo plazo. Por lo tanto, leer las noticias de la empresa, tanto antes de comprar las acciones, como cuando ya se tienen en cartera.

31.-Estar en contacto con todos los medios de comunicación de noticias económicas, no sólo nacionales.
Pero las noticias hay que utilizarlas sólo como orientación. No
prestes una atención exagerada a las noticias y a toda la
parafernalia que pueda salir en los medios. Puede que sólo sirva
para calentar el valor. Razone y dése cuenta que una determinada
noticia tiene a lo sumo una mínima repercusión momentánea que no cambia la tendencia del valor. Y si no, haga un repaso de las gráficas e intente encuadrar en
ellas las diferentes noticias que va oyendo ( situación de Argentina, Torres Gemelas, Guerra del Golfo, etc, etc ...) y verá que no alteraron en absoluto la marcha del precio, porque tienen una
influencia en el precio que dura poco tiempo, unos 2 o3 días, y
después todo vuelve a la normalidad. O sea una sola noticia de
un día no altera la tendencia de un valor cotizado que puede
durar meses o, incluso, años.

32.-Internet es una magnífica herramienta al servicio del pequeño inversor. News, listas de distribución, irc, sites de las empresas, medios de comunicación, etc. Buscar sitios de información actualizada es importante.

33.- Es interesante seguir la evolución del mercado de derivados, que nos indica cómo ven otros el futuro de las cotizaciones y sirve para 2 cosas importantes: el Sentimiento de Mercado y para diseñar una Estrategia de Cobertura.

34.- Los Rumores. Tanto en la prensa económica como en muchas webs de Bolsa, una de las cosas que suelen publicar son los rumores que puede haber sobre tal o cual valor. Es posible que muchas veces no sean de fiar, pero hay un dicho que reza así:
Se compra con el Rumor y se vende con la Noticia.


www.universia.es/html_estatico/portada/actualidad/noticia_actualidad/param/
noticia/ijejg.html


El rumor en bolsa, funciona.
Universidad Complutense de Madrid.

Un equipo de investigadores australianos demuestra empíricamente que el rumor en bolsa funciona, reduciendo el rendimiento de los operadores.

Peter Gardner, Peter Swan y David Gallagher, investigadores de la University of South Wales (Australia) han sido premiados por la European Financial Management Association (EFMA) por demostrar empíricamente que “la imitación es la mejor forma de adulación”, en referencia a los buenos resultados que obtienen los imitadores en los mercados de valores. Con su actuación, reducen los buenos rendimientos de los operadores más reputados y éstos en su defensa intentan “disfrazar” en lo posible sus operaciones. El estudio fue presentado en Madrid dentro del Congreso EFMA organizado por la Universidad Complutense. Además del interés del tema, el trabajo fue premiado por los sólidos fundamentos teóricos y el correcto desarrollo metodológico. 380 trabajos presentados al evento académico.
El comité evaluador del Congreso de la European Financial Management Association (EFM Association), celebrado en Madrid entre el 28 de junio y el 1 de julio, tuvo que elegir entre los 380 trabajos presentados sobre las más diversas áreas de finanzas, desde capital riesgo, colocaciones en bolsa y adquisiciones hasta mercados e instrumentos financieros. Todos estos trabajos están disponibles libremente en www.efma2006madrid.org. Este evento académico, el de mayor envergadura en su campo en Europa, fue organizado por la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Escuela de Organización Industrial y el patrocinio del Grupo Santander. La European Financial Management Association (EFMA) fue fundada en 1994 con el objetivo de promover la investigación y expandir el conocimiento acerca de las decisiones financieras en todas las áreas de las finanzas que tienen que ver con las corporaciones europeas, instituciones financieras y mercados de capitales.


35.-Es importante, para el que entra en bolsa, no confundir el ciclo económico con el ciclo bursátil. No van al unísono. Es decir, incluso, en situaciones económicas favorables, puede comenzar un declive del ciclo bursátil.
El Ciclo Bursátil se suele anticipar entre 6 y 9 o 10 meses al ciclo económico, tanto si se avecina una crisis económica, en cuyo caso la bolsa empieza a bajar antes de que se entre definitivamente en crisis, como si lo que se avecina es el relanzamiento de la economía.

36.- No especules con dónde está el techo o el suelo del mercado: deja que sea el propio mercado el que confirme si es un suelo o un techo. O sea no compres hasta que no veas rebotar el precio en el soporte. Aunque así se gane un poco menos, es más seguro.

37.- Opera sólo con el capital que puedes arriesgar y ten en cuenta siempre el riesgo de pérdidas.

38.- No operes en un mercado que no conoces. Hazlo siempre
con confianza y convicción.

39.- No operes en todos los mercados de la misma manera:
aprende a ajustar el tamaño de tus posiciones y la frecuencia de las operaciones para mercados diferentes.

40.- Permanece siempre fiel a tu plan de operaciones y sigue siempre el sistema de trading que funcione mejor para ti. Puedes hacerlo por ti mismo o con la ayuda de un broker o agente experimentado.

41.- Siempre que cometas un error, pregúntate a ti mismo por qué se ha producido. Aprovecha tus errores para aprender de ellos.

42.- Recuerda que la clave de cualquier plan es ver cómo se comporta a lo largo del tiempo.

43.- No te dejes llevar por la avaricia cuando tengas una posición con ganancias.

44.- Cuando el volumen decrece indica normalmente que el mercado no está aceptando precios más altos (o más bajos) y podría estar anticipando un cambio de tendencia.

45.- No compres acciones sólo para cobrar el reparto de dividendos; al día siguiente suelen bajar y, al final, no se gana nada e, incluso, se puede salir con pérdidas.

46.-Un último consejo: CREE EN TI MISMO.